«Mi aportación en esta  institución está  enfocada  a  poner nombre a ese gran capital humano que la ha moldeado desde sus inicios: las alumnas.

Han pasado miles de jóvenes por sus aulas con la curiosidad, la  ilusión, la necesidad, las ganas de aprender. La gran mayoría buscando la formación que le proporcionase  una profesión  que desarrollar en la vida adulta, otras para saberse mujeres cultas y preparadas para desenvolverse en la  alta sociedad madrileña.

Compartieron  espacios jóvenes de distintas procedencias sociales   con  la  energía y la ilusión de formarse  de  cara a ese  futuro que ya las reclamaba.

Muchas fueron maestras que aprobaron oposiciones, otras se hicieron cargo de los negocios comerciales al fallecer sus maridos o sus padres, algunas tuvieron cargos diversos en la docencia y escribiendo libros sobre los diversos ámbitos profesionales que  desarrollaron, desde tesoreras a directoras, fueron actrices, cantantes, pintoras, pedagogas, políticas, periodistas, farmacéuticas, dobladoras de cine, deportistas,… de gran número de estas mujeres  desconocemos qué caminos, profesionales o no, pudieron seguir.

De todas ellas va este espacio. Son parte de la historia que transitó por estas aulas, se relacionaron en el patio, compartieron comedor, música y dibujos, cosieron, leyeron, aprendieron a gestionar negocios, en definitiva salieron al mundo con el bagaje necesario  para su vida de adultas.

De forma provisional, la lista de alumnas de la AEM corresponde al periodo de los cursos 1899-1900 hasta 1911-1912. El periodo anterior 1870-1899, y el posterior 1912-1954, está en proceso de elaboración.»

Rosa Lina Jiménez García