Matías López y López

(Sarria 1826-Madrid 1891).

De orígenes humildes, de joven se traslada a Madrid donde, tras años de duro trabajo y ahorros, consigue hacerse con un molino de chocolate, que será el inicio de su gran negocio chocolatero, con fábrica en El Escorial y venta de sus chocolates por muchos países. También aplicó modernas técnicas de comercialización. Fue concejal del Ayuntamiento de Madrid, diputado y senador. Colaboró como accionista en la edificación de la sede de la AEM.

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